La doctora Amy Beckley (ella) es la fundadora y CEO de Proov, e inventó la prueba de progesterona que permite confirmar los niveles de ovulación en casa.
Cuando Amy estaba tratando de quedarse embarazada, tuvo varios abortos y ningún médico supo explicarle por qué.
Al final decidió recurrir a la FIV.
Tras descubrir la causa de su problema (de ovulación), se quedó embarazada, y esta vez sin necesidad de la tecnología de la FIV.
Fue entonces cuando decidió crear una prueba efectiva que permitiese a las mujeres analizarse en casa.
Ahora Amy y Proov ofrecen varias pruebas diagnósticas que se pueden hacer desde casa, y ayudan a otras mujeres a quedarse embarazadas más rápido.