¿Qué nombre le ponemos?
Queremos llamar a la peque Penélope, pero ¿qué hacemos con el diminutivo? ¿Alguna idea?
Tu bebé de 8 meses aprende, crece y se mueve cada día más. Sigue leyendo para descubrir mucho más sobre sus habilidades y desarrollo.
Nos gusta pensar en los bebés de 8 meses como en científicos en miniatura.
En esta fase tan sumamente bonita, tu peque estudia con atención todo lo que lo rodea, y descubre todas las cosas increíbles de las que su cuerpo es capaz.
Uno de los descubrimientos más llamativos para tu pequeño científico es que ahora puede mover el cuerpo de un sitio a otro.
¡Los bebés de 8 meses quieren actividad!
Esto es muy emocionante a la par que increíblemente agotador. (Sí, si todavía no lo has hecho, es hora de asegurar la casa).
Veamos qué más cabe esperar de esta fase tan emocionante.
En este articulo 📝
Antes de pasar a los hitos del desarrollo a los 8 meses de vida, detengámonos un momento en la noción de “debería”, ya sabes, la idea de qué debería poder hacer un bebé de 8 meses.
Aunque es bueno que hables con tu médico para asegurarte de que tu peque se desarrolla de una forma saludable, por tu propia salud mental, deberías intentar mantenerte al margen de los “debería”.
De repente, todo el mundo, desde familiares bien intencionados hasta desconocidos, parece tener algo que decir.
Vamos a calmarnos un poco, ¿vale?
Teniendo eso en cuenta, pasemos a ver algunos hitos del desarrollo del bebé de 8 meses (y cuando decimos 8 meses, hablamos en términos generales).
Este momento marca el inicio de una época caótica de tu vida, eso sí, el mejor tipo de caos que te puedas imaginar.
Nos referimos a que, a los ocho meses de vida, a tu bebé no le basta con un estilo de vida sedentario.
Sus habilidades motoras se desarrollan con rapidez.
Lo más probable es que pueda ponerse de pie solo, si es que no está gateando ya y metiéndose por todos los huecos, dejando un desastre a su paso.
(Los movimientos de balanceo hacia delante y hacia atrás son un calentamiento para cuando llegue el momento de gatear).
Estas nuevas habilidades motoras son de lo más útiles para manejar objetos.
Puede recoger cosas, moverlas de una mano a otra, golpear la una contra la otra (qué precioso sonido)…
Además, cada vez queda menos para que el pulgar y el dedo índice cooperen, de manera que algún día pueda agarrar cosas más pequeñas.
Sus sentidos están alerta y quieren tocarlo (y probarlo) todo.
Puede que dentro de poco tengas que recorrer la casa con la vista de un águila.
¿Qué ve un bebé de 8 meses?
Quizá hayas notado que tu peque es capaz de divisar un objeto aleatorio al otro lado de la habitación y luego acercarse para ponerle la patitas encima.
Pueden identificar objetos, diferenciar entre lejos y cerca, y entender si algo se mueve o está quieto.
Además, ya entiende completamente el concepto de la permanencia de los objetos (la idea de que el mundo no desaparece cuando deja de verlo).
¿Qué debería decir un bebé de 8 meses?
Puede que tu bebé de ocho meses empiece a saborear algunas consonantes.
Como resultado, quizá consigas diferenciar un mamá, papá o agua del sinsentido que suele balbucear.
Sí, es completamente normal que un bebé de ocho meses empiece a sufrir ansiedad por la separación.
Si intentas que un extraño lo tenga en brazos, empieza a llorar.
Lo mismo ocurre cuando sales de la habitación a la hora de dormir (o a cualquier otra hora).
Es que te quiere muchísimo.
Si trabajas, esto puede ser un verdadero quebradero de cabeza.
Lo bueno es que seguramente llegue a su punto álgido a los 10 meses y no se prolongue más allá de los 18 meses.
Si planeas tus salidas cuando esté más calmado (obviamente, esto no es una ciencia exacta), e intentas distraerlo (¡Mira! ¡Tu juguete favorito!), puede que la despedida sea menos dramática.
Lo más seguro es que tu bebé de 8 meses pese entre 7,5 y 8,5 kg.
Es lo mismo que una maza pequeña (es normal que sientas que haces pesas).
La dieta de tu bebé de 8 meses sigue consistiendo fundamentalmente en leche de fórmula o de pecho, con algunos alimentos sólidos de por medio.
En lo que respecta a los alimentos sólidos, vas acercando a tu peque hacia una dieta sana que se parece a la de un humano adulto.
Es decir, proteínas, fruta y verdura, y cereales.
Seguramente pueda comer pan y cereales, fruta blanda, como bananas o peras, y algunas verduras como las zanahorias, así como proteínas, como el pescado, el pollo, el tofu o los frijoles.
Aestas alturas, puedes intentar establecer un horario de tres comidas y dos tentempiés al día para tu peque.
Observarás que a tu bebé cada vez le atrae más la idea de comer solito.
Una vez que controle el agarre de pinza, el cielo será el límite.
(Bueno, más bien el techo será el límite, y quedará demostrado por las manchas de comida).
De momento, evita la leche de vaca y los alimentos muy azucarados, así como los que podrían hacer que se ahogue, como los frutos secos.
Puede que tu peque y tú tengáis que jugar a juegos que a ti no te divierten mucho.
¿El preferido de todos?
Tu bebé tira una cuchara (o cualquier otra cosa) al suelo durante la comida y se ríe de lo dispuesta que estás a recogerlo.
Seguramente sientas que solo lo hace para molestarte (de verdad que lo parece), pero es mucho más que eso.
Tu pequeño científico está experimentando con el concepto de causa y efecto.
Por último, lo más probable es que tengas mil cosas en la cabeza en estos momentos.
Quizá hayas vuelto al trabajo o te estés adaptando a una vida en la que solo mantienes conversaciones con alguien que responde con “gu” y “ga”.
Sea como fuere, no pasa nada si te sientes mal de vez en cuando.
Recuerda que es normal que esto te resulte difícil.
Recurre a tu red de apoyo cuando lo necesites.
Las mamás de Peanut siempre están ahí para ti.