Que una relación pueda terminar sin importar los compromisos hechos al principio es una realidad impactante para muchas parejas casadas.
Y sin embargo, sucede con frecuencia.
Desde la falta de intimidad hasta expectativas rotas o límites, algunos daños son irreparables.
En otras ocasiones, la distancia y el amor amortiguado señalan una temporada sombría en tu matrimonio, un claro indicio de que algo necesita cambiar.
Entonces, si un día te despiertas con las palabras “Ya no amo a mi esposo” resonando en tu cabeza, primero debes saber que no estás sola.
Y que puede que no signifique el fin en absoluto.
Pero definitivamente es hora de tomar algunas decisiones.
¡Vamos a explorar juntas!
En este articulo: 📝
- ¿Es normal ya no amar a mi esposo?
- ¿Cómo saber si ya no estás enamorada?
- ¿Cuáles son las señales de que ya no amas a tu esposo?
- ¿Cómo saber cuándo tu matrimonio ha terminado?
- ¿Qué hacer si ya no amo a mi esposo?
- ¿Cómo empiezo a dejar mi matrimonio?
¿Es normal ya no amar a mi esposo?
Todos hemos escuchado la famosa estadística: casi la mitad de todos los matrimonios en los EE. UU. terminan en divorcio.
¿O qué tal el dato donde el 20% de los matrimonios terminan en los primeros cinco años?
Claro, las tasas de divorcio están disminuyendo, pero también lo están haciendo las tasas de matrimonio.
¿Qué está pasando?
Bueno, ya no estamos tan influenciadas por cosas como la tradición, las expectativas sociales o roles de género restrictivos.
Las mujeres ahora son más financieramente independientes, lo que les permite la libertad de dejar un matrimonio infeliz, incluso uno abusivo.
Hoy en día, estamos mejor empoderadas para valorar nuestra felicidad y mejor equipadas para honrar nuestro bienestar emocional y físico como nunca antes.
Y no se trata simplemente de que la hierba sea más verde o, ya sabes, mantener opciones abiertas.
Ya no amar a tu pareja no es una revelación de la noche a la mañana, tiende a surgir de largos períodos de intentarlo.
Y es común.
Algunos incluso han acuñado el término síndrome de la esposa que se va para describir el momento en que una mujer elige irse después de demasiadas peticiones incumplidas.
La falta de cercanía emocional, lenguajes de amor opuestos, poco apoyo con los niños o responsabilidades, o incluso baja intimidad, pueden dañar lentamente una relación con el tiempo.
Y luego están las razones de “última gota”: Adicción, infidelidad y abuso doméstico.
Perder el amor puede, y a menudo lo hace, suceder.
Y es perfectamente aceptable en la sociedad occidental más amplia dejar una relación insalubre e infeliz.
Pero la pregunta de qué hacer cuando estás casada pero ya no amas a tu esposo es completamente tuya.
Hablamos sobre algunas opciones a continuación.
¿Cómo saber si ya no estás enamorada?
Todos tenemos diferentes definiciones de amor.
De hecho, según los antiguos griegos, hay seis tipos principales de amor:
- Eros: Pasión sexual
- Phili: Amistad profunda
- Ludus: Amor juguetón
- Agape: Amor desinteresado por todos
- Pragma: Amor duradero
- Philautia: Amor propio
De alguna manera, el matrimonio puede tocar todos estos diferentes tipos de amor, pero muchos argumentan que hay una diferencia entre estar ‘enamorado’ y ‘amar’ a alguien.
Cuando ‘amamos’ a alguien, generalmente nos referimos a Pragma y Philia —un compromiso profundo y a largo plazo.
Sabemos que haríamos cualquier cosa por esta persona, lo que en la práctica significa compartir responsabilidades.
Pero estar ‘enamorado’ se refiere a Eros y Ludus.
Aunque seguimos sabiendo que haríamos cualquier cosa por esta persona, nuestro amor puede no encender la misma pasión que una vez tuvo.
La chispa sexual puede no estar presente, o puede que ya no sintamos ‘mariposas en el estómago’.
Ciertamente, el ‘período de luna de miel’ no dura para siempre con las parejas, pero el afecto sí.
¿Cuántas parejas mayores has visto aún tomadas de la mano? Pueden que no estén teniendo relaciones sexuales, pero es probable que aún estén enamorados.
Si el pensamiento de tu pareja no te hace sonreír, es posible que los ames, pero puede que ya no estés enamorada de ellos.
¿Cuáles son las señales de que ya no amas a tu esposo?
Ahora vamos con lo serio. ¿No estás segura de qué hacer cuando ya no amas a tu esposo?
Antes de tomar cualquier decisión, necesitas evaluar la solidez de tu matrimonio.
¿Es “ya no amo a mi esposo”, o es “no me gusta mi esposo”?
¿Son los problemas pequeños molestias o señales de toxicidad y abuso?
Hay algunas formas de descubrirlo.
Aquí están las señales más comunes de que estás perdiendo el amor:
1. Sientes resentimiento
Una señal clásica para muchos que ya no aman a su esposo es un sentimiento general de resentimiento.
Las cosas que solías encontrar como peculiaridades lindas ahora pueden molestarte, o puedes sentir que todo lo que hacen te saca de quicio.
No te sientas mal si te sientes así.
Muchos matrimonios pueden convertirse en resentimiento por diferentes problemas, por ejemplo, estilos de crianza, dinero o circunstancias de vida que desequilibran las cosas.
Un duelo en la familia, por ejemplo, puede ser enormemente desafiante en un matrimonio.
2. Te estás distanciando de él
Puede que estés ‘con él’, pero podrías estar en tu propio mundo, como estar absorta en tu teléfono celular.
Pero no se trata solo de la falta de tomarse de las manos y abrazos.
Si descubres que ya no priorizas pasar tiempo con ellos, dedicando tiempo a todos los demás o dedicándote a actividades que no (o no pueden) involucrarlos, es una clara señal.
El amor y las relaciones requieren esfuerzo y trabajo (incluso después de años juntos), pero elegir no hacerlo activamente revela mucho.
3. Ya no tienen nada que decirse
Una prueba clásica es cuando recibes buenas noticias: ¿es tu esposo la primera persona a la que llamas?
Incluso si no tienes nada nuevo que compartir, perder interés el uno en el otro debería hacer sonar las alarmas.
Si solo porque es natural que las parejas a largo plazo sean mejores amigos.
Y esto generalmente viene con un vínculo especial, un deseo de compartir, de buscar apoyo mutuo y sí, incluso de hacer espacio para conectarse sobre las cosas más mundanas.
4. Tu relación se está volviendo tóxica
Pueden estar criticándose el uno al otro todo el día, todos los días, por las cosas más pequeñas.
O tal vez ambos han caído en comentarios pasivo-agresivos o cumplidos irónicos.
Si tienes más cosas malas que buenas que decir sobre él (o a él), podría ser hora de decir adiós.
5. Algo se siente ausente o ‘raro’
Que estés aquí buscando señales de que no quieres estar con él o cuestionando tu amor es una señal en sí misma.
Si sientes una pérdida de conexión o constantemente no estás seguro de tu relación, es necesario analizarlo.
No necesariamente significa el fin de tu matrimonio, pero podría ser el cambio que necesitas para reconectarte nuevamente.
O al menos, abrir la puerta para tener una conversación sobre qué tan feliz es realmente tu matrimonio.
Te puede sorprender saber que también lo siente.
¿Cómo saber cuándo tu matrimonio ha terminado?
Si estas señales de que estás perdiendo el amor no fueron suficientes, cualquiera de estos ‘asesinos de relaciones’ podría significar el fin de tu matrimonio:
Una aventura
Si alguno de ustedes ha llevado pensamientos traviesos a lo físico, es posible que ya no deseen estar juntos.
Por supuesto, muchas parejas pueden tener transgresiones, como ‘aventuras de una noche’, y superarlas.
Pero no todas las parejas definen el engaño de la misma manera (lo que dificulta obtener estadísticas sólidas): la infidelidad emocional, coquetear en línea o desear fuertemente a otra persona también pueden contar.
Según la investigación, los hombres son más abiertos al sexo extramatrimonial mientras que las mujeres encuentran más difícil perdonar una aventura emocional.
El factor crucial que une a las relaciones que sobreviven a la infidelidad es el deseo de superarlo.
Y eso es algo que solo tú puedes decidir.
Falta de voluntad para trabajar en ello
El segundo mayor asesino de relaciones, entonces, es no querer arreglar tu relación.
Entre el estrés, la vida y otros compromisos, los lazos profundos y la conexión requieren trabajo. De ambas partes.
Incluso la intimidad física requiere esfuerzo activo.
Si descubres que ninguna parte de ti se siente abierta o dispuesta a intentar cambiar tus patrones para mejor, es una gran señal de alerta.
Abuso
Una relación abusiva no significa solo abuso físico: el abuso emocional, el abuso sexual, el control coercitivo y el abuso financiero son todas formas de violencia doméstica.
Y no siempre es obvio (incluso para la persona que lo experimenta).
El abuso doméstico ocurre lentamente con el tiempo, erosionando la autoconfianza y la seguridad en uno mismo necesarias para romper.
Señales de un compañero abusivo
Aquí hay algunas señales de alerta de que tu pareja puede estar abusando o manipulándote:
- Posesividad
- Impracticabilidad
- Control de todas las finanzas
- Control de cómo te vistes o te comportas
- Temperamento explosivo
- Aislarte de amigos y familiares
- Rara vez admitir culpa o culpar a otros
- Querer que estés disponible en todo momento
- Emociones o comportamiento intensos
- Ocultar información, afecto o recursos
- Manipulación psicológica
Y aunque la manipulación psicológica ahora está recibiendo la atención pública que debería, puede ser difícil identificarla cuando la estás experimentando directamente.
En este caso, tu mayor señal de alerta son tus sensaciones físicas con respecto a esta persona.
Señales de que estás siendo manipulada
Algunas señales de que tu pareja no es segura para tu bienestar mental:
- Sientes que estás caminando sobre cáscaras de huevo
- Sientes la necesidad de disculparte a menudo
- Te resulta difícil confiar en tu propio juicio
- Te sientes insegura o como si algo estuviera mal
- Sientes que estás ‘perdiendo el control’
- Sientes la necesidad de ocultar o mentir sobre tus sentimientos
- Tienes miedo de hablar
- Ya no te sientes cómoda tomando decisiones
Si te sientes abusada física o mentalmente, entonces es hora de salir.
Y cuando estés lista para alejarte, hay pasos que puedes seguir para garantizar tu seguridad (especialmente si hay niños involucrados).
¿Qué hacer si ya no amo a mi esposo?
Como el instinto de supervivencia humano, tienes dos opciones si decides que ya no amas a tu esposo: luchar o huir.
Y no, no lucharse entre ustedes.
Si crees que tu matrimonio vale la pena salvar, los dos pueden discutir qué está yendo mal y trabajar juntos para resolver los problemas.
Esto puede incluir pasos como:
- Buscar terapia: A veces, una perspectiva externa puede ayudar. Los terapeutas pueden proporcionar estrategias de afrontamiento y claridad.
- Comunicación abierta: Habla con tu esposo sobre tus sentimientos. Es esencial ser honesta pero compasiva.
- Pasen tiempo juntos: Reflexiona sobre tus sentimientos, tal vez tomando un breve viaje solo o dedicándote a un nuevo pasatiempo. Incluso podrían intentar citas separadas y luego reunirse para compartir nuevas ideas que hayan aprendido.
- Buscar apoyo: Habla con amigos o grupos de apoyo. Podrían brindar una perspectiva diferente o compartir sus experiencias.
- Nota:* No necesitas demostrar tu decisión a nadie ni responder por ella. Si crees que separarte será mejor para tu salud mental o física, la salud de tu esposo o, de hecho, el bienestar de tus hijos, entonces es hora de alejarte.
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¿Cómo empiezo a dejar mi matrimonio?
Tomar la decisión de dejar tu matrimonio es un paso significativo y a menudo desafiante.
- Especialmente* al considerar los aspectos emocionales, financieros y logísticos involucrados.
Cada escenario es completamente diferente, al igual que cada dinámica.
Encontrarás más detalles en nuestra inmersión profunda sobre qué hacer cuando quieres un divorcio.
Mientras tanto, hay algunos pasos a tener en cuenta antes de seguir adelante:
- Prepararse emocionalmente: Esto podría significar buscar terapia o encontrar un grupo de apoyo para ti. Esto puede darte la orientación, el apoyo y las estrategias de afrontamiento que necesitas durante este tiempo tumultuoso (especialmente si la relación es abusiva).
- Considera un plan B: Tu relación puede ser salvaguardable, pero solo tú puedes saberlo. Si aún no estás seguro, está bien explorar todas las demás opciones, ya sea una separación temporal o asesoramiento de parejas.
- Programa una consulta legal: Antes de tomar cualquier decisión, es importante comprender completamente los aspectos legales de obtener un divorcio. Un abogado de familia puede ayudarte a prepararte para posibles escenarios y qué esperar.
- Planifica: Habla con seres queridos de confianza sobre los arreglos de vivienda y resuelve los detalles logísticos, incluidos los arreglos para los niños, antes de poner en marcha cualquier cosa.
- Documenta todo: Sí, esto significa activos y transacciones financieras, además de asegurar pasaportes, certificados y declaraciones de impuestos. Pero también puede involucrar interacciones y episodios de comportamiento abusivo. Si te parece relevante para tu vida, documenta.
- Considera la comunicación: Si es seguro, decide qué vas a decirle a tu pareja y elige un momento para tener la conversación. Prepárate para que te rebata. Y si te preocupa el abuso, ten a un amigo esperando.
- La seguridad es lo primero: Si estás en una relación abusiva, prioriza la seguridad. Esto podría significar planificar tu salida en secreto, encontrar un lugar seguro donde quedarte y buscar apoyo de organizaciones especializadas en abuso doméstico.
Recuerda, independientemente de las estadísticas o los finales felices, el viaje y la experiencia de cada individuo son únicos.
Sí, los pasos descritos anteriormente proporcionan una hoja de ruta general, pero enfrentarás desafíos y emociones únicos según tus circunstancias específicas.
Lo más importante es priorizar tu bienestar y felicidad, ya sea rejuveneciendo tu matrimonio o buscando un nuevo comienzo.
Mézclate con una comunidad de apoyo, ya sean amigos, familiares o profesionales.
Y recuerda que las transiciones, por más dolorosas que sean, también pueden ser oportunidades de crecimiento y transformación profundos.